Acostumbramos a pensar en el divorcio como una situación entre dos partes. Pero no debemos olvidar que, cuando hay hijos comunes de por medio, la ruptura matrimonial se debe afrontar si cabe con mayor responsabilidad para proteger a esos menores, velar por su interés, y asegurarse de que la situación en la pareja no afectará negativamente a su crecimiento.
pasos para superar un divorcio con hijos
Los padres deben asegurarse de que su divorcio o separación no repercuta negativamente en la calidad de vida de sus hijos menores y, además, les afecte lo menos posible. Para ello deben tener en cuenta sus circunstancias personales y profesionales para que ejerzan la custodia de forma correcta y adecuada.
El bienestar de los pequeños pasa, en caso de separación o divorcio, por el buen entendimiento entre sus progenitores. Y sí, es algo simple de decir, pero complejo de llevar a la práctica porque las relaciones personales están lejos de ser ideales.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2020 más de la mitad de los divorcios se produjeron con hijos dependientes (todos los menores de edad, y aquellos mayores que económicamente dependan de sus progenitores). De un total de 77.200 divorcios en España, en el 68% de los casos (en 2020) hubo hijos involucrados en esa ruptura (ya sean menores, mayores dependientes o ambos).
Hay varios puntos que hay que tener en cuenta, o varios consejos que podemos asumir para intentar hacer que los hijos involucrados no se vean demasiado afectados. El primero como hemos dicho es el de la vía de divorcio. El segundo es el tema de la custodia. Y por último, si se opta por la ruptura contenciosa, el tratar de no llevar a los menores ante el juez.
Además, si existe ese respeto entre las partes, los progenitores van a poder explicar qué ocurre a sus hijos sin recurrir a discursos de odio o de venganza. Se recomienda dialogar con los hijos, contarles la nueva situación entre sus padres y los motivos que han llevado hasta allí. Y sobre todo es fundamental que los hijos perciban el amor de sus progenitores para que no sientan miedo ni inseguridad. Además, deben comprometerse a enseñar a los pequeños a gestionar sus emociones.
En estos casos normalmente no existe pensión alimenticia de una parte para otra ya que ambas responden por igual a los gastos de comida, sanidad, educación y vestimenta. En ocasiones sí que puede existir una pensión de alimentos en favor de los hijos si hay una gran diferencia de ingresos entre ambos progenitores.
Si no se consigue una vía conciliadora y finalmente se acude al divorcio contencioso con hijos en común, también hay consejos que se pueden seguir. El primero es no hacer del hijo un arma arrojadiza contra el ex cónyuge, manipulando su testimonio ante el juez. Parece lógico, pero la experiencia de jueces y abogados indica que esto pasa.
Los abogados de divorcios también suelen recomendar no llevar a los menores ante el tribunal. Si lo solicita alguna parte, las personas a partir de los 12 años tienen la obligación de acudir a una audiencia o someterse a los test psicológicos, e incluso a partir de los 10 años podrían ser requeridos por los juzgados si así lo solicita alguno de sus progenitores. Se trata de un trago de difícil digestión para el hijo.
Cómo sobrellevar, de la mejor forma posible, un divorcio o una separación después más de 20 años de relación? Una de las claves es el respeto. El respeto hacia uno mismo y hacia la otra persona. Por todo lo vivido. Por todo lo compartido. Por todo lo construido juntos.
En el caso de que no sea posible hacerlo solos, es mejor pedir ayuda y acudir a profesionales, a mediación familiar. Ya que lo mejor para el futuro y la relación de ambos, asegura Bernal, es tener un buen proceso de divorcio.
Desde que en el año 1981 se legalizara el divorcio en España, los casos han ido aumentando año tras año. No sólo el número de divorcios, separaciones o nulidades sino también en la aceptación de las rupturas por parte de la sociedad.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en el año 2017 se registraron 97.960 divorcios (un 1,2% más que en 2016) 4.280 separaciones y 100 nulidades. En cuanto a la duración de los matrimonios por divorcio tuvieron una duración media de 16,4 años y los matrimonios separados fue de 22,7 años.
Para que la experiencia del divorcio sea lo menos dolorosa posible, es importante primero conocer qué significa realmente la disolución del matrimonio. Luz Yolanda Tortolero Peña Alfaro, psicoterapeuta, fundadora y directora general de CEDHAP, Terapia México (Centro de Desarrollo de Habilidades Psicolinguisticas) nos recuerda que el matrimonio es un vínculo afectivo que dos personas crean para compartir intereses, conversar y dirigirse hacia un futuro con respeto, sinceridad, confianza en el otro, libertad, solidaridad, flexibilidad y diversión, demostrando amor cada día. Existen muchos factores que determinan si un matrimonio está funcionando. Tal y como nos comenta Tortolero, es necesario que la pareja muestre flexibilidad a la hora de compartir costumbres y hábitos que ya se tienen desde antes. La diversión, la actividad sexual satisfactoria, la familia y los amigos, el tiempo dedicado a uno mismo y al matrimonio, los puntos de vista, los valores y la adaptación a la vida en pareja en vez de en solitario determinan el equilibrio y la felicidad en un matrimonio. El problema surge cuando nos desilusionamos con nuestra pareja y nos damos cuenta de que lo que esperábamos de esta persona no coincide con lo que realmente es.
El divorcio suele ser más sencillo cuando la pareja no tiene hijos en común, pues de lo contrario continuará el contacto entre ambas personas por lo menos hasta que los niños sean mayores de edad. La obligación de llamar a tu ex pareja para ponerte de acuerdo con él sobre quién pasará tiempo con los hijos el próximo fin de semana dificulta el ya de por sí difícil proceso de la superación del divorcio.
Tortolero nos recuerda que podemos tener dudas y tristeza aunque haya habido violencia en el matrimonio, o aunque haya habido convivencia solamente por el bien y por la felicidad de nuestros hijos. Si no sabes si el divorcio es la solución, la psicoterapeuta recomienda plantearte las siguientes preguntas:
La separación de una pareja es siempre complicada y más aún cuando hay hijos por medio. Los niños suelen ser los más vulnerables de la familia y por lo tanto, los que más sufren con la decisión de sus padres de separarse. Aunque la separación sea apenas de la pareja, es inevitable que los niños estén inmersos en esta decisión. Dependerá de la actitud y apoyo de los padres preservar a los hijos del sufrimiento.
José Manual Aguilar Cuenca, psicólogo y autor de la Guía para afrontar la ruptura de la pareja sin dañar a los hijos, aconseja a los padres a que afronten la separación con la madurez suficiente, de manera pacífica y respetuosa, asumiendo que la estabilidad de sus hijos depende en gran medida de ellos.
2. No se puede ignorar de que las emociones suelen estar revueltas en la familia cuando hay una separación de la pareja. Los padres deben ayudar a sus hijos a que comprendan que sentimientos como la inseguridad, el miedo o el desánimo pueden aparecer y cómo pueden controlarlos. Los padres deben encauzar sus propios sentimientos para así poder ayudar luego a sus hijos a hacer lo mismo.
6. Los padres deben hablar a los hijos sobre su separación sin dar demasiadas explicaciones y sin atribuir culpables. No se puede subestimar la capacidad de sus hijos para entender lo que está ocurriendo. Lo importante es que los niños sepan que sus padres seguirán a su lado y que podrán disponer de ellos cuando lo necesiten.
8. Los padres deben estar al tanto de los cambios de conducta de los hijos. Observar si algo ha cambiado en sus hábitos de alimentación, sueño, de estudio. No hay razón para alarmarse. Si los padres se mantienen firmes en su educación y cuidado, todo volverá a la normalidad en muy poco tiempo. No se puede volcarse en exceso en los hijos ni tampoco dejarles hacer lo que quieran.
9. No es lo mismo la separación de los padres para los hijos menores o mayores de tres años de edad. A los más pequeños les cuesta comprender qué ocurre entre sus padres. Por eso es muy importante reiterarles su presencia y no sentirse incapaces de atenderles. De los 3 a los 7 años, los niños ya entienden lo que es la separación y pueden manifestar su dolor con dolores de barriga o cabeza, rabietas, etc. A partir de los siete años y hasta la adolescencia los niños suelen mostrarse indignados, molestos y rabiosos por la separación de sus padres. Los padres deben detener estas conductas para que no se conviertan más severas, imponiendo sus criterios y no desautorizando entre si mismos.
Una separación siempre es un hecho doloroso, incluso cuando se produce de mutuo acuerdo. Las circunstancias de una separación siempre son complejas, pero lo son todavía más cuando la pareja tiene hijos puesto que este cambio también afecta a la situación familiar.
A su vez, los hijos son un estímulo de fuerza y de motivación para intentar mantener una relación cordial con la expareja pensando principalmente en que ellos sufran lo menos posible. Cómo superar una separación cuando hay hijos? En Psicología-Online, te ofrecemos información de calidad basada en la inteligencia emocional.
Intenta dar normalidad a la nueva situación familiar sin establecer constantes comparaciones con la etapa previa. Ahora ya no tenéis un rol de pareja, sin embargo, sí tenéis la gran responsabilidad de amar de forma incondicional a vuestros hijos y de educarles en valores sólidos. Por ello, podéis centrar la comunicación en aquellos aspectos que tienen que ver con el cuidado de los niños. El establecimiento de objetivos comunes puede ser especialmente efectivo en este momento. 2ff7e9595c
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